martes, 26 de julio de 2016

Samaritanos para el verano


Hace unos días que alguien comentaba cómo su familia le daba de lado cuando solicitaba que se quedaran con el padre durante unos días.
Las excusas eran de lo más dispar y algunas tan de verse el "ombligo", que causan rubor. Por ejemplo, una de sus hermanas entendía que necesitara vacaciones y precisamente por ello, también ella se tenía que marchar inmediatamente y no podía quedarse con papá. Después, pues tampoco, porque entonces tendría que trabajar y no había tiempo ni energía.
Otro hermano se acogía al hecho de que él no sabía cómo hacerse cargo y entendía que su mujer no se iba a hacer cargo de su padre, que ya tenía bastante con sus mayores.
Las muestras de solidaridad en el foro aparecieron al momento. Cerca de trescientas entradas en dos días; algunas aprovecharon para insultar a esos familiares que se inhiben de la parte de responsabilidad que en una sociedad como la nuestra parece que les toca.




En la página del despacho, de facebook, tienes este vídeo. (el 26 de julio)


Recuerdo que hace unos meses, una de mis clientas del despacho me llamó porque quería tener una consulta conmigo y solicitó hora.
El empeoramiento de su madre les había llevado a ingresarla. Su hermano estaba de acuerdo. Al poco tiempo el centro mostró algunos comportamientos con los residentes que a ella le encandalizaron; falta de limpieza, dejar encerrados en la misma habitación a los menos capaces "Para evitar que se escapen -???-". Buscó otra residencia, con la ayuda de la asistente social de distrito y encontró una, alejada, pero que la convenció.
El hermano montó en cólera y acabó por solicitar la tutela de la madre, pese a no haber cuidado de ella jamás, aludiendo a que los bienes estaban en riesgo...

Otra mujer, también cliente, se encontró hacer apenas unos meses con la determinación de sus hermanos de quitarle la tutela de la madre, tras haberla cuidado durante 20 años, porque había decidido ingresarla. Tras cambiar cerraduras, echarla de la vivienda con amenazas y denuncias, deciden que es muy difícil dedicar tiempo al mayor, por lo que se inhiben, retiran las denuncias y solicitan a la cuidadora principal que vuelva a hacerse cargo de la madre, por favor. En realidad no lo hicieron directamente, sino a través de la madre, quien participó al principio de las denuncias, arrepintiéndose con posterioridad.

¿Cosas de familia?  El respiro del cuidador es importante, porque muchos de ellos están enfermos (enfermas) y cerca de la mitad manifiestan síntomas de depresión y de ansiedad, con dificultades para conciliar el sueño, sentirse bien la mayor parte del día y para hacer una vida social que les permita evadirse de la cotidianidad que  les toca vivir.

Como dicen aquí y aquí también, el respiro del cuidador es importante. Y tú, ¿respiras?

miércoles, 20 de julio de 2016

Neuronas espejo y Enric Benito

Una de las cuestiones más interesantes en la defensa de la empatía como necesidad humana y como característica de los mamíferos, entre los que nosotros nos contamos, fue el descubrimiento a mediados de los años 90 del siglo pasado de las neuronas espejo por el investigador Rizzolatti y su equipo. Encontraron que los primates investigados reaccionaban a las acciones de otros congéneres y eso les incentivó para buscar cómo se producía esta percepción y descubrieron que tenía que ver el sistema visual.
Esas neuronas son las que permiten imitar a otros, aprender de lo que hacen (ningún cocodrilo enseña a otro a cazar...) y comprender sus emociones, reflejándolas en nosotros mismos.
Cuando cuidamos de otra persona pasamos por diversas etapas que se ven influidas por nuestra personalidad y nuestra percepción del otro. Así, algunas personas nos saturamos al principio, por el exceso de ansiedad y motivación, que nos lleva a cometer errores e incluso a desbordarnos.
Esa incapacidad inicial para situarnos tiene que ver con lo que Enric Benito denomina Sistema Interpersonal Gravitacional, a partir de una anécdota que puedes escuchar en el vídeo.
Se refiere al hecho de que a la hora de cuidar a otros tenemos que mantener la necesaria distancia para no vernos afectados en extremo, hasta el punto de caer en la simbiosis con el otro, ser devorado por su sentir. Cuando eso ocurre, se produce algo de lo que se denomina metafóricamente la locura a dos, que tiene que ver con el dicho "Dos que duermen en el mismo colchón amanecen de la misma opinión" y similares. El cuidador que no se cuida corre el riesgo de imbuirse de la persona dependiente, con lo que ya no funciona como cuidador sino como otra figura.
Un ejemplo que te puede ser utilidad, cuando una persona desea trabajar sobre algún síntoma que le hace sentir mal, cuando desea modificar algo, se lo cuenta a una amiga, en primer lugar. Y si le consuela lo suficiente, seguirá contando con esa persona cada vez que le ocurra algo, independientemente de la gravedad. El problema a la hora de cambiar será que a medida que estrechan la relación, las palabras que escucha de "su confesora" serán un bálsamo, un refuerzo esperado, caerán en un juego, en palabras de Eric Berne, con lo que la conversación será la misma una y otra vez.
Si lo que desea es cambiar de verdad, tendrá que asistir a otro lugar a consultar. Tendrá que hacerlo con personas que no se parezcan, que no le digan lo que desea, que no le lleven la corriente, sino que la animen a ver desde el otro lado, fuera de su zona de comodidad.
El tema de las ondas gravitacionales que propone Enric es interesante porque nos advierte de que como cuidadores hay que mantenerse en una órbita.

  • Empatía: Donde el cuidador se sitúa.
  • Símpatía; Donde el cuidador puede aproximarse
  • Simbiosis: Donde el cuidador puede caer si no aprende, si no se especializa, si no mantiene equilibrados los niveles de motivación /ansiedad y eficacia.
  • Antipatía: A donde nos lleva el malestar que nos provoca cuidar a alguien cuando los costes personales son muy elevados.

En el vídeo, Enric Benito habla de las ondas gravitacionales entre las personas y aunque no profundiza demasiado, conviene escuchar su enfoque, por cuanto que proviene de servicios médicos en oncología y en enfermos terminales, por lo que su visión del cuidado de otros es muy educativo y emocionante. pone en juego nuestras neuronas espejo y nuestra empatía.


lunes, 18 de julio de 2016

Vejeces activas y juveniles

Hoy, de casualidad, hablando con alguien que puede estar interesada en contratarme un conferencia o seminario sobre mi percepción de lo que significa cuidarse como cuidador, menciona el hecho de que cuando el cuidador se cree único, un héroe de Marvel, insustituible durante un rato, cuando hace profesión de fe sobre su misión en la tierra, pierde oportunidades de sentirse mejor y de mejorar las condiciones de vida y salud del cuidado.

Y menciona el caso de alguna persona que gracias a la rehabilitación que se puede realizar con un equipo de profesionales y difícilmente con un cuidador estresado o mayor que la persona a cuidar, salen de las residencias y de los centros de día tras una breve estancia de verano con mayor movilidad y con algunas de las ABVD recuperadas, incluso alguna de las AIVD.

A veces los cuidadores quedan atrapados en una maraña mental tejida por ellos mismos, en la creencia de que cuidar de su ser querido es un designio del cielo, algo que el destino, como si tuviera vida propia, le ha traído y que, por lo tanto, necesita corresponder con lo que se demanda de ella o de él desde instancias tan altas.

Comprender que hay mucha vida en las personas dependientes y mucha más en quien cuida de ella, que las oportunidades están para encontrarlas mientras se las busca, que a veces hay que mirar de otra forma al presente, para comprenderlo y para no perderse detalle, que debajo de la servilleta siempre se oculta algo y a veces es el tesoro que necesitamos...

Eso y más es lo que veo en este reportaje fotográfico realizado sobre una idea brillante de concurso fotográfico, para reivindicar otras miradas ante la vejez, esa "enfermedad" que todos deseamos llegar a disfrutar o padecer, según la orilla y la perspectiva.

La fotografía pertenece al concurso que organizó Photocrowd en colaboración con la Sociedad Británica de Gerontología. Fue la ganadora.

La fotografía a la que el jurado otorgó el primer lugar
 es una colaboración entre Karoline Hjorth & Riitta Ikonen.

Hubo muchas otras dignas de ser observadas con el cariño y la alegría que despiertan, porque hablan de una vida y del día a día y de la juventud interior y del deseo de hacer cosas y de todo lo que representa vivir y aprender de esa experiencia y pasar el testigo.

El tercer premio, una foto distinta, que, en mi opinión, representa al trabajo, como la otra parte del ocio, porque es el modo de disfrutar de todo lo que hacemos y con quienes lo hacemos.

Leon obtuvo el tercer lugar en el voto del público por esta foto
 de una mujer de 91 años de edad ajustando su máquina de coser
 que ha usado durante muchos años.

Algunas de las mejores puedes verlas en el reportaje de la BBC, en español.

Por cierto ABVD y AIVD significa Actividades Básicas o Instrimentales de la Vida Diaria.


viernes, 15 de julio de 2016

La vida tras quien cuidamos

Cuando nos enfrentamos a cuidar de alguien pasamos por diversas etapas, que dependiendo del tipo de cuidador que seamos, dibujan una gráfica u otra.
Los cuidadores profesionales tienen una manera de enfrentar las cosas que pasan normalmente del entusiasmo al contratarles a la desilusión por la cantidad de trabajo o por las distancias al centro de trabajo o por diversas cuestiones que forman un racimo del que gotea constantemente como en la famosa tortura de la gota china. A veces consiguen evitar ese malestar generalizado con una buena dosis de sistemática, hacer las cosas que han de ver con el trabajo de la misma forma: se toma el medio de transporte a la misma hora siempre, ni antes ni después, se inicia el trabajo con los rituales establecidos, se atiende en orden, se realizan las tareas a las mismas horas...
Ese orden lleva a la satisfacción y de alguna manera impregna de tranquilidad nuestro día a día.

Los cuidadores "informales", los familiares, voluntarios, amigos, tienen otro modo de afrontar las situaciones. El cuidador principal inicia la actividad sin contraprestación alguna, en principio, le cae el rol de cuidador tras un accidente cerebrovascular de la persona con la que vive, tras la indefensión agravada de su madre, que no puede hacerse cargo de sí misma y mucho menos de su pareja, tras la mala noticia de la mala enfermedad que acaba de hacer oficialmente acto de presencia.


El punto de partida del cuidador informal es distinto al del cuidador formal y el punto de llegada también; incluso las etapas intermedias son dispares.
Los cuidadores formales tienen incentivos económicos, de seguridad, de prestigio social, de aprendizaje, de mejora de las condiciones profesionales, es decir, que si la vida es un trébol de tres hojas con una dedicada a sí mismo, otra a las personas y otra al trabajo, una de las hojas está completa para ellos con su actividad, condiciones de trabajo, expectativas y retribución.

Los cuidadores informales no tienen esos incentivos, sino que han de buscar en su propio interior para encontrarlos, tienen que trabajar la hoja del trébol de sí mismos, interiorizar las recompensas que se dan a sí mismos por lo que hacen.

¿Y las personas cuidadas?

Para el cuidador formal es un cliente, en la terminología más reciente, un usuario en la tradicional. Económicamente, la nómina se genera a partir del cobro que se le realiza al pagador de los servicios, sea el usuario mismo u otra entidad o persona. La rentabilidad de los servicios, que son muy caros, se mira con lupa por parte de los gestores y si se trabaja en una de estas empresas todo está organizado para que no se escape el dinero por la ventana y para que la nómina se abone escrupulosamente a tiempo.

Para el cuidador informal es un familiar, un amigo, alguien que era alguien y que poco a poco va dejando de ser aquello y convirtiéndose en otra persona, con demandas distintas, hasta el punto de considerarlo una carga, con un funcionamiento peculiar en cuanto que la relación cambia. La persona dependiente recupera miedos y realiza solicitudes que el cuidador informal considera excesivas y no vinculadas a la nueva realidad, sino que las puede ver como sostenidas por el capricho. En estas realidades hacen acto de presencia parcelas de la personalidad que quizás andaban ocultas por no ser necesarias, aunque existían.

Además, en el caso de los cuidadores informales y de los familiares que aparecen de vez en vez, existe una fuerte disposición biológica y social a desprendernos de lo que no sea de utilidad para seguir adelante, a lo que se une el componente económico que tanto peso tiene en nuestras culturas.

El esfuerzo para no llegar a cosificar a la persona dependiente, sobre todo cuando se trata de un mayor que tiene pocos visos de mejorar (otra cosa es cuidar durante un par de meses a alguien con una rotura traumática o un posoperatorio) es ímprobo, hasta que perdemos la batalla o hasta que nos llaman al orden (ya sea la vida, ya otras personas) y logramos establecer de nuevo una rutina que nos permita mantener las actividades de todo tipo que hacen que la vida de cuidador merezca la pena vivirla.

Artículo publicado el 10 de julio de 2016 en el Ideal de Jaén

En ocasiones, en muchas ocasiones, afortunadamente, sucede que el mayor se integra en la vida de los suyos con naturalidad, porque nunca ha salido de ella, que mantiene una actividad reducida pero equivalente a la que mantenía antes, que continúa con las relaciones que tenía y que además sale en el diario de su ciudad, de vez en vez, le hacen un homenaje y recogen las anécdotas que no se cansa de repetir, porque son las de la zona en la que reside. Como decía el autor de un libro conocido, las personas hacemos vida en un radio de apenas cuatrocientos metros. Seguro de Carlos de Pablo, el hombre de la foto, inventor del Rossini, una bebida muy conocida en esa ciudad, Jaen, especialmente en el local donde ha transcurrido parte de su vida, estará de acuerdo en algunas de nuestras afirmaciones.


lunes, 11 de julio de 2016

Cohousing Mayores en libertad


Sunward Cohousing Community

La vivienda colaborativa tiene muchos años en el mundo y algunos menos en España, porque nuestra tradición y el deseo de ser propietarios de algo nos ha mantenido recelosos de esta posibilidad.

Consiste en poner de acuerdo a un grupo de personas, en general de edad provecta, con el objetivo de compartir la vida y sobre todo el espacio.

Un buen sitio para conocer de primera mano cuáles son las condiciones y los precios, se encuentra en este espacio organizado por arquitectos y que debe tener detrás a promotores inmobiliarios, lo que disparará precios.

Otra página de este tema, más orientada al asociacionismo y la colaboración, nos cuenta las diversas modalidades de propiedad que se van manejando.

La aparición en programas de televisión permite que el público en general nos enteremos de estas modalidades de covivienda, donde lo principal parece que es lo siguiente:

- Cada familia o persona tiene su propia vivienda.
- Existen espacios comunes, desde salones hasta cocina y zonas de recreo.
- Se comparten colectivamente tantas cosas y servicios como se decida (herramientas, cuidadores, cocineros, fisioterapia...)

El objetivo principal es cuidarse mutuamente. El segundo objetivo, compartir, no solo la amistad (Cada vez vivimos más solos y por más tiempo, con dos millones largos de personas mayores en estas circunstancias), sino los recursos.

Muchas de estas iniciativas han de ver con la necesidad de mantener el equilibrio entre generaciones, recuperar la realidad de la vida, en la que confluimos bebés, niños, preadolescentes, jóvenes, adultos, mayores, ancianos, aunque no se nos vea mezclados, ni en las cafeterías (Starbucks tiene su público, que se distingue del que mantiene las cafeterías Valor, por ejemplo) ni mucho menos en la publicidad.

Vivimos unos momentos de recuperación del humanismo, donde criticamos la marginación de los mayores en el trabajo (las actrices mayores y maduras que han sido rechazadas con saña por parte del cine y de las firmas cosméticas, junto con otros grupos humanos que tampoco sirven para promocionar la fantasía, porque son "demasiada verdad"), demandamos que hasta la piscina sea accesible para personas con dificultades de movilidad y aceptamos que la vida se expresa desde el nacimiento hasta la defunción en cada uno de nosotros, seres humanos, de nosotras, personas,

Y tú, ¿te ves en una comunidad de cohousing? Los mayores sonríen más, seguro. Pero los niños, los niños tendrán la mejor de las infancias con tanto abuelo adoptado por ellos.
¿Te ves?

Otro día hablamos de las cooperativas de cuidadores, proyectos muy interesantes para prestar servicio a domicilio a personas mayores y necesitadas.


jueves, 7 de julio de 2016

Comunicación prosocial


Un vídeo de la jornada de cierre de un proyecto sobre Comunicación prosocial que han realizado a nivel europeo desde diversas universidades.

El vídeo da acceso al resumen de la jornada en San Cugat del Valles, Barcelona. Con música de fondo, recorre la llegada de los asistentes, algunos momentos de las intervenciones y enfoca a algunas de las imágenes que forman parte de la comunicación.

Evento del proyecto Together

Como se realizó en colaboración con diversas universidades, pues la web que tienes más abajo aparece en italiano. Bueno, así te diviertes y te haces la ilusión de que lo entiendes perfectamente, si eres castellano o catalan parlante.

Proyecto Together

Y te recuerdo que mantenemos el concurso para las fotografías de cuidadores y cuidadoras.
Envíanos la tuya.
yotcuidohoy@gmail.com
El premio será un ejemplar del libro que te referencio en la zona de la derecha.

Disfruta de los vídeos y de la información.

Sí, sí, ya escribiré algo sobre lo que denominan los investigadores Comunicación prosocial.
Mientras tanto, aquí tienes dos recursos sobre el tema:

laboratorio de investigación

Ponencia Robert Roche comunicación prosocial (PDF)

martes, 5 de julio de 2016

Queremos verte, cuidador, cuidadora

Si me envías tu foto te la publicaremos aquí.
Es un blog de que han salido diversas ediciones ¡En libro!
Muestra a personas que viven en esa ciudad, de las que el fotógrafo siempre cuenta algo.




Brandon Stanton es el fotógrafo detrás de cada una de las imágenes. Cada persona cuenta algo de su historia, lo que prefiere.


Como ella, que en la columna de la derecha cuenta que durante 1959 viajó por Roma y París, cuando acababa de cumplir 19 años y cómo lo recuerda con entusiasmo cada vez que lo necesita.


Él se dice enamorado de las leyendas artúricas (ya sabes, la espada Excalibur, Ginebra y un montón de personajes de leyenda). Ahora le gusta Mist of Avalon. Una miniserie que rememora la época.


Y tú, me enviarás tu foto, para que la publique.
La cuenta de correo yotcuidohoy@gmail.com
Si me cuentas algo, lo pondré bonito, justo bajo la foto. La publicaré más grande. Claro.
Cada mes sortearé uan taza de, bueno, una taza. O un libro. Puede tocarte, porque la haremos con un método anónimo. 
Si eres cuidadora manda tu foto al correo de más arriba YOTCUIDOHOY. El blog se llama yoTcuido. Recuerda no escribir la letra E tras la T.




lunes, 4 de julio de 2016

El trabajo interior

El cuidador inicia su actividad con la mente puesta en las necesidades de la persona que depende de lo que hace, sea familiar, usuario de servicios sociales, residente o cliente.
Su trabajo depende de diversas figuras y está sometido al escrutinio:

  • De otros familiares
  • De compañeros
  • De la persona a la que cuida
  • De los jefes
  • De la organización que le proporciona usuarios o clientes
Su equilibrio psicológico y su salud física son tan necesarios como en otras actividades, aunque su trabajo entraña riesgos:

  • Psicológicos, por la tensión en la que muchos de ellos viven
  • Físicos, que se incrementan por la falta de movilidad de sus usuarios o clientes

Con todo, si te fijas por la calle, cuando pasean con sus queridos usuarios o clientes, si visitas alguna residencia, verás que la mayoría son:
  • Mujeres
  • Amables
  • Eficaces
  • Sonrientes


Si tu eres cuidador, si quieres aparecer en este blog, manda tu foto y te la publicaré. Con una sonrisa.