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| Residencia de Polinya |
Se queja alguien de una radio pública de los fallecimientos en las residencias privadas, donde se acumulan las desgracias, según las informaciones de prensa y de personas concienciadas.
Las asociaciones de residencias privadas han protestado, porque la realidad que les ha superado ha demostrado que tampoco el Estado les ha podido /querido ayudar con recursos necesarios. Y qué necesitaban las residencias:
-Test rápidos
-EPIs
-Respiradores
-Morfina
-Otros medicamentos para tratar la pandemia
-Médicos
Las residencias no son centros hospitalarios, tampoco lo son los hoteles; son centros sociales y prestan una labor de ese tipo, con un personal sanitario reducido y en numerosas ocasiones contratado a tiempo parcial.
Durante la pandemia, se han contabilizado, a la fecha del post, un número altísimo de fallecimientos por coronavirus en las residencias; solo se habla de las privadas, probablemente debido a que han sido las descartadas por el Estado, quizás para evitar las posibles demandas que soportarían de los familiares de personas fallecidas por 'la peste' en residencias de su propiedad.
Muchas personas que desconocen las particularidades de este sector consideran que es un negocio y que han abandonado a los mayores a su suerte.
Quizás con el tiempo podamos conocer la verdad o parte de ella, sea la trompa, el rabo, una pata, y contemplemos una realidad compleja, en la que se ha producido la tormenta perfecta o un cisne negro en palabras del economista Thalib
Las residencias son una de las alternativas a la soledad del anciano y a la dependencia que se incrementa con los años. Las personas en residencia son mayores de 80 años, casi siempre, con pocas posibilidades de seguir en su domicilio por limitaciones personales, con al menos tres dolencias crónicas cuando llegan; además que por ley existe un mínimo de personal, 0,6 por interno; 44 de cada 100 euros se van en salarios y el coste diario de la plaza en 2018, en la Comunidad Valenciana, lo estipulaba la Generalitat en 60 euros; eso da 1.800€ de coste, a lo que sumar amortizaciones, beneficio y ahorro para cuando se necesite, ¿no?
Con el tiempo podremos desarrollar otros modelos de convivencia, algunos que se basen en la ayuda y colaboración entre vecinos, servicios prestados por cooperativas o personas individuales con cualificación suficiente y que cobren dignamene, sin incurrir en grandes gastos ni servicios extraordinarios, pero, por el momento, en España no disponemos de plazas públicas suficientes y no parece que en el futuro el Estado apueste por la creación de nuevas plazas; más bien se apuesta por un servicio semanal de ayuda a domicilio, limitado en el tiempo y en las prestaciones, que complemente otros, como visitas de voluntarios, teleasistencia y otras iniciativas que podrían surgir en el futuro.
También es interesante la iniciativa denominada la escalera, modelo de colaboración entre vecinos, en el que cada quien ofrece algo al resto de la comunidad, charla, café, bajar al perro, comer juntos...
https://www.infolibre.es/noticias/opinion/plaza_publica/2018/10/28/el_negocio_las_residencias_mayores_espana_88013_2003.html
Unas residencias en Catalunya lograron impedir la pandemia dentro de sus instalaciones adoptando las medidas de prevención cuando nadie lo hacía, y el Gobierno aun no había decidido a propósito de la intervención más adecuada.
https://elpais.com/sociedad/2020-04-03/las-residencias-que-vieron-venir-el-virus-y-lo-pararon-en-la-puerta.html
http://envejecimiento.csic.es/documentos/documentos/tortosa-evaluacion-01.pdf
https://dependencia.info/noticia/3339/opinion/quieren-cargarse-las-residencias-privadas.html
https://www.larescvalenciana.org/residencia-ancianos-precios/
https://www.elsaltodiario.com/coronavirus/residencias-ayuso-publicas-madrid-cadaveres-mayores-38-horas-cama
https://www.elplural.com/sociedad/comunidad-madrid-abandono-residencias-ancianos-suerte-ume-rescate_236153102
La pandemia se conocía, se sabía que en algún momento podía aparecer y es descorazonador que escriba sobre ello una excelente escritora, pareja del también escritor Paul Auster. Siri Hudsvedt pone en palabras muchas de las cosas que rondan por nuestra cabeza. Si un director de residencia fue capaz de proteger su centro, ¿cómo es posible que el resto de los decisores no tuviera esa capacidad de ayudarnos a sobrevivir?
https://elpais.com/cultura/2020/04/03/babelia/1585933284_651296.html
