lunes, 7 de noviembre de 2016

Ejercicios con la persona a la que cuido


Foto del libro Humans of NY
Desde hace décadas se investiga sobre la mejor forma de seguir envejeciendo. Aunque los datos sobre enfermedades invalidantes son cada vez más devastadores (demencias, ictus, cánceres, osteo-fibro-artros, ...) y nuestro envejecimiento sí que se está convirtiendo en una sucesión de enfermedades, cada vez disponemos de mejores sugerencias, basadas en la evidencia, para vivir mejor o, por lo menos, para vivir.

Una buena estrategia consiste en manejar un calendario, físico, como antes se hacía. Sirve para anotar los cumpleaños y santos de aquellos a quienes queremos, nos quieren, para organizar la semana en menús y actividades, para sugerirnos lecturas y ejercicios de memorización, para mantener un flujo de actividades que derroten al aburrimiento y, de ser posible, a la televisión.

Hay estudios sobre el consumo de tv entre los diversos grupos de edad: niños, preadolescentes, adolescentes, jóvenes...
 
No he encontrado mucha información en España sobre este tema de consumo de televisión en mayores, pero algo existe:

Foto tomada en préstamo
Los mayores de 65 años de edad que frecuentan los Centros de Día para Mayores de Huelva, como consumidores de televisión, observamos que este consumo es una actividad más dentro de su tiempo libre, ocupando entre 3 y 5 horas diarias de visionado, consumiendo entre 1 y 3 programas al día; no
siendo un hábito muy frecuente la planificación previa de lo que van a ver y el tiempo que les van a dedicar. El lugar de mayor visionado con un 94, 9% (75) es en casa y con el mismo porcentaje en el salón o salita de ésta. Lo que ratifica los altos niveles de consumo televisivo, situándose por tanto, esta etapa de edad en el nivel de visionado del medio de mayor consumo frente al resto de edades.
(Francisca María Rodríguez Vázquez
Universidad de Huelva, miembro del Grupo Comunicar . Artículo accesible en el vínculo de más arriba).


Algunas de las fuentes más interesantes para realizar tareas y labores agradables con nuestros mayores proceden de lo que se denomina Neuróbica, un modelo desarrollado por Lawrence Katz y Manning Rubin a finales del sXX, con el objetivo de mantener activo el cerebro de las personas y, por añadidura, mantener la alegría o el deseo de vivir (un tema espinoso, ahora que en los Países Bajos se pretende admitir "el aburrimiento" como justificación para la eutanasia).

En este modelo, las tareas se agrupan, por ejemplo, en función de las actividades diarias, semanales, mensuales, y de los intereses de las personas, sin perder de vista, por ejemplo, que pasar de un juego de mesa como las damas al backgammon, con ser difícil, es menos que pasar al ajedrez y en cualquier caso supone un esfuerzo saludable. Las tareas dependen de las facultades conservadas, de las necesidades de rehabilitación, conservación o expansión de esas capacidades cognitivas, del tiempo de que dispongan. En cualquier caso, prácticamente cualquier persona puede ayudarnos a tronchar o partir vainas o judías verdes, limpiar verduras, pelar fruta con la mano /cuchillo, poner la mesa...

Además, casi cualquier persona puede realizar las tareas habituales de otro modo: por ejemplo, espumarse la cara con la mano no dominante, antes de afeitarse, lavarse los dientes sujetando el cepillo con la otra mano, ponerse el reloj o la pulsera en la otra mano... Asimismo hay ejercicios de coordinación ojo/mano; mano /mano; mano/pierna; que puenden representar una buena forma de ampliar y mantener las capacidades hasta donde se pueda: tanto de la persona cuidada como del cuidador, que tendrá que buscar, preparar las tareas, organizar el calendario...

Si necesitas ayuda, quedo a tu disposición. Organizamos juntos lo que necesites.




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