lunes, 7 de noviembre de 2016

Curso ACOBE para Auxiliares. Incluye diversión.

Mientras que la población en España envejece con velocidad, lo que se ve impulsado por las generaciones de finales de los años 40 y la década de los 50, los servicios a la dependencia sufrieron un gran descalabro con la crisis económica de los dosmiles; crisis que se pronosticaba ya en 2005, a la que no se atendió desde los gobiernos, ya fueran progresistas, ya conservadores (las fábulas nos enseñan; las parábolas también; como no aprendemos, nos vemos condenados a repetir una y otra vez lo mismo y a padecer el sufrimiento, como Sísifos monte arrina con la piedra).

La debacle económica se reflejó en el cierre de pequeñas residencias de ancianos, empresas que se crearon a la sombra de la ley de Dependencia y en la desesperanza que atenazó a muchos familiares que vieron como sus prestaciones en calidad de cuidadores "informales" mermaban o desaparecían. A veces, como nos demuestra el síndrome de Estocolmo, pensamos que lo que le sucede a los demás es por algo y que el gobierno, los que mandan y saben toman decisiones por algo. Así, anécdotas difundidas por la Prensa (una sobrina cobra como cuidadora de su tía mientras está en el desempleo y en realidad es su madre quien se hace cargo de la hermana, por ejemplo) ayudaban a que nos pusiéramos a la defensiva cada vez que se hablaba de "repartir dinero por cuidar de tu madre o de tu padre, que en realidad es tu obligación".

Todo cambia y todo se transforma, que dice la canción de Jorge Drexler.




En el camino, no obstante, organizaciones sin ánimo de lucro como ACOBE, la Asociación Hispano Boliviana, conocida hoy día como Fundación Acobe, llevan entrenando y formando a personas para que cuiden en el domicilio de nuestros mayores. Lo hacen con cursos supereconómicos y con la participación de profesores voluntarios, entre los que me cuento.

Con motivo de la celebración de Halloween, nuestra Noche de Todos los Santos, este pasada sábado celebramos con un piscolabis y algunos disfraces en el descanso de nuestro curso de formación mixta o blended training. Así que nos animamos a comprar algo módico y disfrutar de la clase, entre prácticas de movilización y transferencia de nuestros futuros clientes /pacientes y algunas risas, inevitables cuando el ocio encuentra al trabajo. Saludable. Como nuestros alumnos.

Estas fotos son de primera hora, las diez de la mañana del sábado, arrancando motores para la clase.






 Como suele ocurrir, el tiempo lo cambia todo y lo transforma. Casi siempre para mejor.
















El grupo de alumnos que realiza el curso Blended Learning conmigo es excelente; trabaja, se hace cargo de su familia y, además estudia en su casa y participa en el aula. Asimismo, se desenvuelve con facilidad utilizando el correo electrónico, Whatsapp, contestando los exámenes de control que preparo a través de aplicaciones como Survey Monkey y, sobre todo, son conscientes de las necesidades de los mayores y de cómo pueden dar respuesta, con su voluntad y con los conocimientos que adquieren, a esas demandas, tanto de los mayores como de la familia de los ancianos, que suelen tener un elevado nivel de ansiedad y que se manifiesta, entre otras cosas, a través de la suspicacia. Además, se preparan unas excelentes "Picaderas", que es como alguien bautizó a nuestro humilde almuerzo. Estupendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario