viernes, 14 de octubre de 2016

Cuestión de actitud


Foto prestada. Madrid. 09-2016
La actitud del cuidador influye en el bienestar de la persona dependiente y en el suyo propio. La idea de que se trata de un trabajo tiene una doble lectura, en el sentido de que es uno de los trabajos con mejor sentido del mundo. Como recojo en mi libro, la misión, el para qué hago lo que hago, tiene mejor respuesta por parte de los cuidadores que disfrutan de lo suyo, de lo que hacen, que de aquellos que ven sus trabajos como las inevitables horas que hay que dedicar para lograr lo suficiente como para poder abonar la factura del móvil,
Foto prestada. Alicante. 09-2016
El cuidador mejora sus percepciones y su calidad de vida a partir del trabajo interior, ese que le puede permitir reflexionar de otro modo sobre su trabajo. El entrenamiento influye, desde luego y, en ocasiones, la falta de conocimientos, el ignorar qué se puede hacer con una persona dependiente para que disfrutemos o al menos compartamos el tiempo, hace que el tiempo no pase, que el trabajo se haga eterno y que la calidad de vida de ambos, cuidador y dependiente, se deteriore. Como dicen en algunos espacios, leer es una actividad excelente para nuestro cerebro. Leerle a alguien multiplica los efectos. O desenvainar guisantes, o preparar la merienda juntos, o hacer notas para desplegarlas por las diversas habitaciones, o...



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