lunes, 8 de enero de 2018

Febrero 2018 Curso ACOBE Alzheimer y Cuidar al Cuidador

Me contaba Ana en mi página de Facebook que ella había cuidado de sus personas mayores hasta que ella misma se hizo mayor.
A ella pocas personas le sugirieron qué hacer cuando el cansancio se apoderara de ella, cuando le costara hacer las tareas o cuando el mayor se volviera más demandante de atenciones. Tampoco le sugirieron cómo contar con los demás para hacer las cosas, cómo solicitar ayuda o cómo repartir las tareas con las personas que pudieran ayudar.
En la vida siempre hay un cuidador principal y casi siempre se trara de una mujer; llaman a sus hombres para hacer tareas que demandan fuerza física, pero les cuesta solicitar que ellos se ocupen, también, de las tareas que tradicionalmente han sido atribuidas a la mujer. Cuando te encargas de otros y estos no dan mucha guerra, el reparto desequilibrado de las tareas te pasa desapercibido; pero cuando tienes una persona dependiente de la que encargarte, el tiempo transcurre de otro modo: te tienes que organizar según los parámetros y criterios de los cuidados para esa persona y todo lo demás gira alrededor o queda al margen si las urgencias se presentan con frecuencia. Te encuentras más agotada que de costumbre y el resto de personas parecen no entender que andas como pollo sin cabeza, de un lado para otro y tratando de llegar a tiempo como el relojero del cuento de Alicia en el País de las Maravillas.
En este curso trabajamos sobre este tema: Cómo organizarte, como ser feliz mientras cuidas de alguien cuyo deterioro se acrecienta por días y te demanda mucho tiempo, cómo ayudar a esa persona a pasar el tiempo a través de tareas que pueda realizar, cómo organizar tu propio ocio, cómo apartar de tu mente los pensamientos difíciles y las ideas un tanto exageradas o distorsionadas, cómo cuidar de tu mente y de tu cuerpo, cómo ser feliz y no morir en el intento, en definitiva.
Otra parte del curso la dedicamos al Alzheimer, bueno, a las demencias y en general al deterioro cognitivo que se produce con la edad. Porque todas las personas, todas, perdemos energía y capacidades a medida que envejecemos. Nos vamos haciendo más torpes, más lentos, cada actividad nos cuesta más y las funciones cerebrales superiores se van deteriorando: perdemos memoria, concentración, capacidad de razonamiento, frescura, deseo de aprender... algunas personas conservan la curiosidad, pero incluso esas personas lo hacen con notorio esfuerzo. Dicen que envejecer es aprender a renunciar a cada vez más cosas. Sin necesidad de que la demencia se apodere de nosotros, nos deterioramos. Y con la demencia, más y más deprisa. Hay varios tipos de demencia y existen otras condiciones mentales y degenerativas que nos afectan o pueden afectar durante la vejez.
De eso hablaremos en el curso. Y haremos ejercicios y aprenderemos cosas de neuropsicología y de psicología y de cómo funciona el cerebro y de cómo trabajar con nuestros ancianitos desde el punto de vista del mantenimiento de las funciones cerebrales y el ejercicio mental. Hoy día se pueden aprovechas muchas tecnologías para facilitar el cuidado y para hacer cosas juntos. Por menos dinero de lo que cuesta un teléfono de calidad se puede disponer de un emisor para la televisión donde proyectar ejercicios para el cerebro desde el móvil. Y en la televisión se puede jugar a eso con la persona a la que cuidamos. Uno de estos juegos cuesta dos o tres euros. Nada que nos vaya a hacer pobres o más pobres aún, y dispondremos de horas de sopa de letras, palabras cruzadas, operaciones matemáticas sencillas, ejercicios de memoria, todo lo que necesitamos está a golpe de botón.
El programa empieza en febrero, a mediados y finaliza en junio, también a mediados.
Es la primera edición, así que estamos de estreno.
Se celebra los sábados, de 10 a 12. Y es muy económico.
Apúntate, si te apetece, en Acobe.





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